"Las cifras son particularmente altas en los países del suroeste de Europa que fueron fuertemente afectados por la crisis, por ejemplo, en España y Grecia, más del 25% de los adultos jóvenes eran NINIs en 2013", explica el organismo en su informe Skills Outlook 2015.
En el caso de España, la cifra se situaba en un 26,8%, un alto porcentaje de jóvenes que puede llegar a verse excluido del mercado laboral y los sistemas educativo y de seguridad social si no se toman medidas.
Más de 39 millones de personas de esa franja de edad ni trabajaban ni estudiaban en 2013, un aumento de 5 millones respecto a 2008, antes de que comenzara la crisis, y más de 20 millones de ellos ya no buscan empleo.
Sin embargo, las estimaciones del estudio que se elaborará sobre 2014 son buenas, ya que prevén "una pequeña mejora".
Según el informe de la OCDE, estas altas cifras de NINIs representan "una desgracia para las personas afectadas" y "una inversión malgastada debido a que las competencias adquiridas no están siendo empleadas en forma productiva".
Esta situación puede tener consecuencias a largo plazo.
La organización advierte de que "muchas empresas hallan muy costoso contratar personas sin experiencia laboral".
"Los jóvenes deberían ser un activo de la economía y no un potencial pasivo", afirma con rotundidad la OCDE.
Según el informe, los españoles y los italianos están en una situación de desventaja en este campo respecto a países que cuentan con economías más avanzadas.
En el caso del país ibérico, casi el 50% de los jóvenes españoles de entre 16 y 29 años carecen de experiencia en el uso de ordenadores en su puesto de trabajo.