"Según las estimaciones de los expertos internacionales, últimamente los países que habían impuesto las sanciones (a Rusia) perdieron unos 100.000 millones de dólares", dijo Medvédev y constató que las restricciones mencionadas sin duda alguna dañan las relaciones económicas.
El jefe del Gobierno ruso afirmó que corresponde a Occidente decidir cuándo levantará las sanciones. "Nosotros somos capaces de desarrollarnos en estas condiciones y lo seguiremos haciendo", puntualizó.