"Los riesgos para las perspectivas de crecimiento se inclinan hacia el lado negativo: dada la incertidumbre sobre las consecuencias del referéndum en el Reino Unido, es posible que se mantenga la volatilidad en el mercado financiero y que el dólar estadounidense se siga apreciando", señala un comunicado del FMI.
Un riesgo negativo más complejo y perjudicial consiste en que la tasa del crecimiento potencial y el volumen de la producción sean menores de lo estimado.
De ser así, la economía estadounidense pronto podría tropezar con limitaciones de capacidad que desacelerarían el crecimiento y generarían presiones inflacionarias internas con repercusiones negativas a nivel global.
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A finales de junio, el FMI revisó dos décimas a la baja, hasta el 2,2 por ciento, su previsión del crecimiento económico de EEUU en 2016, pero mantuvo sin cambio, al nivel del 2,5 por ciento, el pronóstico para 2017.