“El FMI en general celebra los acuerdos voluntarios y en primer orden de reestructuración de la deuda, pero si el tema del arreglo con los acreedores privados no se soluciona por medio de conversaciones, y el país constató que no puede pagar la deuda, el FMI puede, en correspondencia con la política de créditos de los países con atrasos en deudas, entregar un préstamo a Ucrania”, reza el comunicado de Lagarde.
Lagarde confirmó que las reservas del Banco Nacional de Ucrania “no pueden ser utilizadas para pagar la deuda soberana sin que el gobierno no asuma nuevas deudas”.
La semana pasada el Ministerio de Finanzas de Ucrania declaró que los representantes de esta entidad, durante una conversación con el Comité Especial de Acreedores, no lograron llegar a un acuerdo de reestructuración de la deuda.
El consejo de directores del FMI aprobó en marzo un nuevo programa de ayuda financiera a Ucrania, que preveía la entrega a Kiev por parte del fondo de 17.500 millones de dólares, además de 40.000 millones de dólares por los acreedores internacionales durante cuatro años, incluyendo 15.000 millones de dólares a cuenta de la reestructuración de la deuda.
Tras ello, las autoridades ucranianas comenzaron a dialogar con los acreedores sobre la reestructuración de la deuda, sin embargo, no se han planteado ese tema a Rusia.