"Brasil y México hemos acordado llevar nuestra relación bilateral al nivel que corresponde a dos potencias emergentes", dijo el presidente de México; al expresar que el desempeño comercial actual de los dos gigantes latinoamericanos "deja mucho que desear".
Peña recibió a la presidenta brasileña en el patio de honor del Palacio Nacional de México al inicio de una visita de Estado, donde los líderes latinoamericanos dirigieron discursos oficiales en los cuales el comercio y el diálogo político ocuparon el centro de la agenda bilateral.
El líder mexicano celebró la decisión de la presidenta brasileña para "ampliar y estrechar una larga relación bilateral, y sentar las bases para una nueva etapa en la relación", cuyo saldo comercial de apenas poco más de 9.200 millones de dólares en 2014.
En la gira de Estado, los gobiernos de los dos países "reforzarán el diálogo político, se robustecerá el marco jurídico bilateral que hoy consta de 21 instrumentos", y acordarán acciones para el incremento del comercio, la inversión y el turismo, anunció.
Los convenios firmados por Brasil y México son "un salto cualitativo en la relación bilateral, un nuevo camino que abre y amplía horizontes", mediante la cooperación en turismo, pesca, acuicultura y conservación sustentable de recursos naturales.
Para reforzar las inversiones, Peña y Rousseff firmaron en Palacio Nacional memorandos de entendimiento entre el Bancos de Comercio Exterior de México y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil.
El acuerdo de cooperación y facilitación bilateral de inversiones es el más grande de su tipo que haya firmado Brasil con otro socio.
México invierte en Brasil más de 30.000 millones de dólares, y es uno de los principales inversionistas extranjeros en el país sudamericano; Brasil es el quinto destino de las exportaciones mexicanas en el mundo, sin embargo, México ocupa la posición número quince como destino de las inversiones globales brasileñas.
La eliminación de las visas entre ambas naciones vigente desde 2013 permitió casi cuadruplicar el turismo de brasileños: de 78.000 turistas anuales en 2005 a 310.000 en 2014.
Dilma y Peña intercambiaron las máximas condecoraciones de sus países, el Águila Azteca y la Cruz del Sur, en el despacho del líder mexicano, quien elogió "la valentía, el vigor y talento" de Dilma en la conducción de su Gobierno, el segundo mandato presidencial de la mandataria y el cuarto del Partido de los Trabajadores (PT), tras dos periodos de Luis Inacio Lula da Silva.
La presidenta brasilera viajó acompañada de su ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira; de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Armando Monteiro Neto, y de la Presidencia, Eliseu Padilha.
