Indicó que se trata tanto de producción agrícola como ganadera.
Dankvert indicó que, tras la introducción del veto alimentario, los casos de reexportación de producción falsificada siguen detectándose, por lo cual Rusia ya se había dirigido a sus socios europeos.
Entre las organizaciones que lo hicieron Dankvert citó el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Servicio Federal de Aduanas y el Ministerio de Desarrollo Económico.
En agosto pasado, Rusia suspendió el suministro de algunos productos agroalimentarios procedentes de EEUU, Canadá, Australia, Noruega y la UE, países que impusieron previamente sanciones contra Moscú.
La institución fitosanitaria ya advirtió que podría suspender las importaciones de frutas y verduras de Macedonia, Bosnia y Herzegovina, sospechosas de reexportar productos desde la UE.