"No solicitaremos ayuda financiera a Rusia", declaró Varoufakis en una entrevista con el periódico alemán Zeit.
El lunes expresó la misma convicción el primer ministro griego, Alexis Tsipras. "De momento, no pensamos en ello", dijo citado por la agencia DPA.
Previamente el ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schauble, indicó que Berlín no aprueba la intención de Grecia de estrechar relaciones con Rusia y aseguró que la eventual ayuda rusa no podrá sustituir a la europea.
A finales de enero, el ministro de Finanzas de Rusia, Antón Siluanov, declaró que Rusia examinará la posibilidad de prestar ayuda financiera a Grecia si esta lo solicitase.
En 2010, a raíz de la crisis de la deuda, Atenas tuvo que solicitar ayuda extranjera.
Al cabo de dos años Grecia firmó un acuerdo con la Troika de acreedores –el Banco Central Europeo, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI)– que le otorgó créditos a cambio de varias exigencias, entre ellas, llevar a cabo reformas estructurales y privatizar los activos estatales por unos 50.000 millones de euros hasta finales de 2015.
El nuevo primer ministro griego y líder de la coalición de izquierda radical, Syriza, que ganó las recientes elecciones, Alexis Tsipras, prometió poner fin a la política de austeridad impuesta por el Gobierno alemán, al que responsabiliza de la crisis que vive Grecia, y abrir un nuevo capítulo en las relaciones entre Atenas y sus socios europeos.
Anunció también que exigirá que se condonen los créditos de la Troika que se gastaron para estabilizar la deuda soberana y, en parte, para asegurar el gasto público.
