"El Gobierno de Brasil no tiene la intención de ocupar el lugar de los países que solían exportar a Rusia", afirmó. A la vez subrayó que Brasil, un "exportador fiable", trabaja intensamente para "diversificar o dar un valor añadido al intercambio comercial" entre los dos países.
"La cifra de 5.500 millones de dólares es miserable para países como Brasil y Rusia", afirmó.