El director general de la compañía, Morgan Poliquin, anunció que la minera había captado recursos financieros que le permitirán seguir con "explotaciones agresivas" en esa región agreste de Puebla, al oriente de la Ciudad de México, en el altiplano central del país latinoamericano, dice la denuncia de organismos civiles.
Esto ocurre pese a que los permisos solicitados por la compañía canadiense para su explotación minera de oro y plata, en unas 70 nuevas perforaciones en el municipio serrano de Ixtacamaxtitlán, ubicado en el central estado de Puebla, fueron negados a mediados de febrero de este año 2017, por la secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Los pobladores y comunidades agrícolas apoyados por cuatro organizaciones civiles abrieron juicios federales contra los proyectos mineros en sus comunidades, dijo en conferencia de prensa Alejandro Marreros, de la Unión de Ejidos y Comunidades en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida, Atcolhua.
Los organismos ciudadanos encontraron que en enero del año 2016, la compañía emitió casi 4 millones de acciones en Toronto y Nueva York para financiar una nueva fase de exploración minera en la región.
La explotación de las vetas de oro y plata eran comercial y técnicamente posibles y sólo faltaba superar la negativa de las 15 comunidades rurales propietarias de 13.000 hectáreas y los permisos.
Desde los trabajos de exploración, iniciados en 2009, la empresa ocultó a las autoridades y a las comunidades que realizó 230 excavaciones más que las reportadas oficialmente, algunas de ellas a profundidades mayores a los 160 autorizados por la ley, hasta los 700 metros, y con uso de mantos acuíferos subterráneos, dijeron en un informe a la prensa portavoces del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (IMDEC), el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural (CESDER) y el Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER).
"La empresa negó en sus reportes que trabaja en un sitio habitado y asegura que se trata de una zona despejada o vacía, con uso de suelo nulo, pero se trata de un municipio con 20.000 habitantes, dedicados a diversas actividades productivas", dijo Rosa Govela de CESDER.
Legarreta añadió que la empresa no extrae minerales, reporta pérdidas en el país y no paga impuestos, pero en 2016 "reportó ganancias por 4 millones de dólares, de los cuales 2,3 millones se destinaron en dividendos para nueve gerentes".
La meta de explotación de la compañía es triturar 169 toneladas de roca para extraer 0,76 gramos de oro y 67 gramos de plata de cada tonelada "con elevado costo ambiental", agregó.
