Según las autoridades, un grupo de barcos ya ha zarpado a la zona de pesca este lunes desde los puertos de Miyagi y Shiogama, mientras los otros partirán el día siguiente desde los puertos de Shimonoseki e Innoshima.
La semana pasada, el Servicio de Pesca de Japón presentó a la Comisión Ballenera Internacional un plan que argumenta la pesca de ballenas con fines de investigación. Según el documento, el país pescará al año hasta 333 ejemplares de ballena enana, un tercio menos que el plan anterior.
Las autoridades japonesas afirman que la pesca de balenopteros se realiza exclusivamente para investigaciones, sin embargo su carne puede ser encontrada en restaurantes nipones.
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Este hecho provoca las protestas de otros países, ante todo de Australia y Nueva Zelanda.
En marzo de 2014, el Tribunal Internacional de la ONU prohibió a Japón la pesca de ballenas en la Antártida, después de que los japoneses investigaron de forma visual la población de ballenas hasta la nueva temporada de la pesca que empieza el 1 de diciembre.