"El fenómeno de 'El Niño' no es más que una clara evidencia de que el cambio climático ya no es una teoría sino una realidad, pero más que medidas en torno al ahorro de agua lo que hace falta es imponer normativas de raíz que garanticen la protección de los ecosistemas que proveen del líquido al país, como los páramos", dijo Silvia Gómez, directora de Greenpeace Colombia, en diálogo con Sputnik Nóvosti.
El pasado miércoles, en plenaria del Senado, el ministro de Minas y Energía, Tomás González, hizo una férrea defensa de las medidas que ha adoptado el Gobierno para evitar un razonamiento de energía en el país, las cuales, dijo, aunque impopulares son necesarias para garantizar el suministro de energía ante la severidad del fenómeno de 'El Niño'.
En octubre pasado González anunció el incremento en las tarifas de energía entre 6 y 7 pesos colombianos el kilovatio\hora (unos 0,002 centavos de dólar) durante el tiempo que durará el fenómeno, previsto hasta junio de 2016.
Dicha medida se traduce en un aumento de máximo 400 pesos (unos 0,133 centavos de dólar) al mes para el estrato 1, es decir, el de menos recursos económicos, y un máximo de 3.000 pesos (un dólar) para el estrato 6, de mayores recursos.
De este modo, según el Gobierno, se busca alcanzar un ahorro de cinco por ciento en el consumo de energía en el país, especialmente en la época de Navidad, más cuando los embalses que se emplean para la generación de energía reportan que sus niveles promedio están en el 63 por ciento.
Según González, el incremento en el precio de las tarifas obedece principalmente a las pérdidas que han registrado las empresas generadoras de energía, las cuales se han triplicado por cuenta del fenómeno de 'El Niño' y que se calculan en 3,3 billones de pesos (unos 1.100 millones de dólares), todo lo cual las pone en riesgo de quiebra.
Por consiguiente, las mismas empresas, junto con el Gobierno y los usuarios, deben asumir ahora tales pérdidas, las cuales no estaban contempladas, lo que ha generado críticas en varios sectores, que consideran injusto que las ganancias de las hidroeléctricas se privaticen y las pérdidas, en cambio, deban ser subsidiadas por los ciudadanos.
"Colombia está en serios problemas ambientales" y, en consecuencia, de generación de energía eléctrica, debido a la afectación que están sufriendo los páramos, lo cuales "vienen demostrando que el cambio climático está amenazando estos ecosistemas", precisó a esta agencia Silvia Gómez, de Greenpeace.
La ambientalista concluyó que el riesgo es aún mayor en la medida en que el Gobierno de Colombia no garantice la prohibición de extracciones mineras, las cuales agilizan el calentamiento global y ponen en mayo riesgo la provisión de agua en el marco de fenómenos climáticos como 'El Niño'.
