La Eurocopa de la UEFA, que se celebra del 10 de junio al 10 de julio en 10 ciudades francesas, se ve acompañada de numerosos enfrentamientos entre los seguidores de las selecciones participantes, algunos de los cuales resultaron gravemente heridos.
Tras unos disturbios durante el encuentro Rusia-Inglaterra del pasado día 11 en Marsella, la UEFA impuso una multa de 150.000 euros a la Unión de Fútbol de Rusia y anunció suspensión condicional de la selección rusa.
Posteriormente, una veintena de aficionados rusos fueron deportados, y tres, condenados a prisión en Francia.
"Creemos que la organización de la seguridad en la Euro es un fracaso total. Siempre hay disturbios en las gradas, siempre hay riñas. No solo los rusos pelearon con los ingleses, sino los irlandeses con los polacos, los alemanes con los ucranianos, los croatas con los turcos, y todo ello sin fin ni término", dijo Shpriguin a los periodistas.
A la vez, denunció la inacción de la policía de Marsella cuyos agentes "bebieron en el mismo lugar" que los hinchas ingleses durante tres días de disturbios. "Los policías disparaban gases lacrimógenos, en dos minutos se disipaban y todo comenzaba de nuevo", relató Shpriguin.
Shpriguin sí criticó el comportamiento de algunos hinchas rusos, sin embargo, llamó a "no demonizar a toda la afición rusa".
"Por todo lo que ocurrió en Marsella, que responda por ello la policía que permitió tres días de desenfreno; y en lo que se refiere a los disturbios en el estadio (durante el encuentro Rusia-Inglaterra) es obvio que los hinchas se pasaron de la raya si ahora la Unión de Fútbol de Rusia tiene que pagar multas enormes", comentó.
Tras empatar con Inglaterra por 1-1 y perder ante Eslovaquia por 1-2, Rusia se medirá con Gales el 20 de junio. De momento, ocupa el último puesto de su grupo (B).