En su intervención, Blatter subrayó la "necesidad de profundos cambios estructurales" en la FIFA al mencionar en particular que hace falta reducir el tamaño del Comité Ejecutivo y organizar a lo largo de la organización —de forma centralizada, no a través de las confederaciones- las pruebas de integridad para todos los miembros del Comité.
También se pronunció por limitar los mandatos, tanto para el presidente como para los demás integrantes del Comité Ejecutivo.
La elección de su sustituto en un congreso extraordinario de la FIFA podría celebrarse entre diciembre de 2015 y marzo de 2016, declaró Domenico Scala, jefe del Comité Electoral Ad Hoc en la organización.
Scala destacó que la organización tiene por delante "un trabajo considerable para recuperar la confianza del público y cambiar radicalmente la manera en que la gente ve a la FIFA".
"Estos pasos van a impedir que la organización sea usada por los que buscan enriquecimiento personal a expensas del juego", puntualizó.
"Blatter no suele tomar decisiones irreflexivas", dijo en una entrevista telefónica con R-Sport. "Le habrán empujado a esta decisión algunos hechos o factores que todavía desconocemos", dijo Koloskov, sorprendido de que que el anuncio llegará "después de que manifestara reiteradamente que no tiene nada que ver con todo ello (…) y ganara holgadamente".
La reelección de Blatter, el pasado 29 de mayo, tuvo lugar en medio de un gran escándalo que salpica a la cúpula de la FIFA.
Una serie de importantes funcionarios de la organización fueron detenidos bajo la acusación de corrupción, incluyendo a los vicepresidentes del comité ejecutivo Jeffrey Webb y Eugenio Figueredo, así como Eduardo Li, Julio Roca, Costas Takkas, Rafael Esquivel y José Maria Marin.
This graphic of FIFA leadership is extraordinary. pic.twitter.com/tTLOyrJKCa
— David McKenzie (@McKenzieCNN) May 29, 2015
Se habla de una corrupción de alto nivel en la FIFA durante las dos últimas décadas en torno a las solicitudes para los mundiales, así como acuerdos de marketing y transmisiones.
Las acusaciones incluyen estafa, chantaje y blanqueo de dinero.