"Hay pocos ejemplos de nadadoras que regresen tras dar a luz, supone un esfuerzo descomunal, tanto físico como mental", advierte la triple campeona olímpica y vicepresidenta de la Federación rusa de natación sincronizada, Olga Brusnikina, en una entrevista a R-Sport, portal deportivo de esta agencia.
El pasado fin de semana, 30 meses después de anunciar su retirada y 19 después de dar a luz a Semión, Natalia Ischenko regresó a la competición oficial, participando en la Copa de Europa de sincronizada, disputada en Holanda.
El resultado no pudo ser mejor, ganando con holgura la prueba de dúo junto a su antigua compañera, Svetlana Romashina. Con una sorprendente puesta en escena, de inspiración gitana, arrasaron tanto en el ejercicio libre como en la impresión artística, batiendo a los dúos ucraniano y español, que terminaron segundo y tercero, respectivamente.
"La principal intriga era comprobar el estado de Ischenko. Ha demostrado ser capaz de ese sacrificio (el de regresar tras la maternidad) y Rusia cuenta ahora con un dúo en plena forma de cara a los JJOO", celebra Brusnikina.
Con la victoria en la Copa de Europa de sincronizada, Rusia se asegura billete para la cita olímpica de Río de Janeiro en 2016, no solo en dúo sino también por equipos, disciplina en la que igualmente se impuso en Holanda. Antes de Brasil, Ischenko tendrá la ocasión de confirmar su regreso a la élite en los Mundiales que se disputan en Kazán del 24 de julio al 9 de agosto.
"Es genial, Natalia (Ischenko) ha regresado al mismo nivel que antes de dar a luz. Me alegro de su vuelta, es una gran competidora y una persona de trato agradable, estoy encantada de volver a medirme a ella", explica una vieja rival, la nadadora española Ona Carbonell, en declaraciones a R-Sport.
El caso más célebre de deportista rusa que regresó a la élite tras dar a luz se remonta a comienzos de los años sesenta, con la gimnasta Larisa Latynina, que ganó cinco de sus ocho oros olímpicos después de ser madre. En su caso, ocultó su estado y embarazada de cuatro meses se colgó cinco medallas de oro en los Mundiales de Moscú de 1958.
Más recientemente, la célebre pertiguista Yelena Isinbayeva, 32 años y doble campeona olímpica, anunció su regreso a la competición e intención de clasificarse y participar en los JJOO de Río 2016. En 2013, tras ganar el oro en los Mundiales de Moscú, anunció su retirada con la intención de ser madre por primera vez, lo que sucedió en julio del año siguiente, una niña de nombre Eva, hija del lanzador de jabalina ruso Nikita Petinov, con el que Yelena se casaría seis meses más tarde.