“México lamenta este tipo de acciones, dado que obstaculizan los esfuerzos de la comunidad internacional por propiciar un ambiente de paz y cooperación en la Península Coreana y en el noreste de Asia”, indica el posicionamiento oficial de la secretaría de Relaciones Exteriores.
México sigue con atención las deliberaciones y posteriores medidas que el máximo organismo de las Naciones Unidas adopte en el tema coreano, “con el fin de contribuir a los esfuerzos por mantener la paz y la seguridad de la región”, dice la postura oficial mexicana.
El Gobierno de Enrique Peña se ha unido además a los llamados del Secretario General de la ONU para la pronta reanudación del Diálogo de las Seis Partes (las dos Coreas, EEUU, Rusia, China y Japón), como el marco vigente para avanzar en las negociaciones sobre la desnuclearización de la Península, y se pronuncia, una vez más, por la consolidación de un ambiente de paz, estabilidad y progreso en la zona.
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó el lanzamiento del misil anunciado por Pyongyang y expresó su intención de adoptar nuevas acciones al respecto.
El 5 de enero pasado, Corea del Norte realizó por cuarta ocasión un ensayo nuclear en la violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad y del Tratado de No Proliferación Nuclear, que fue condenado por la comunidad internacional, incluyendo México.
La embajadora de EEUU ante la ONU, Samantha Power, advirtió que "el disparo del misil balístico norcoreano amenazaba la seguridad global" y era una señal de que el país asiático proseguirá incrementando la tensión en la región.
Corea del Norte se proclamó potencia nuclear en 2005 y realizó tres pruebas nucleares, en 2006, 2009 y 2013, que le valieron sanciones internacionales. A principios de enero anunció haber llevado a cabo un cuarto ensayo, esta vez, de una bomba termonuclear.