Su destino, al igual que el de toda su generación, fue complejo. Apenas adolescente, Günter se enroló, siguiendo los pasos de la mayoría de los jóvenes alemanes, en la organización militar nazi Hitler-Jugend, y en octubre de 1944 ingresó en la división de tanques de la Waffen-SS. Pero su destino no era el de combatir durante largo tiempo, en abril del año siguiente, cae herido en un campamento de prisioneros de guerra estadounidense.
Tras ser puesto en libertad en 1946, elige permanecer en Alemania Federal, donde cursa en la Academia de Artes de Dusseldorf y luego en la Escuela Superior de Artes Visuales en Berlín. Es así que diez años más tarde comienza a exponer sus obras escultóricas y gráficas y mostrar sus primeros textos, recopilados en el poemario Die Vorzüge der Windhühner (Las ventajas de los pollos de viento).
Tras integrar el Grupo 47 de escritores alemanes, Grass se adentra en la narrativa, publicándose en 1959 su primera novela, El tambor de hojalata, obra que mostró el desgarramiento espiritual que sufrió su joven generación en medio del proceso de instauración del nazismo, relatada por un personaje que decidió no dejar de ser niño y cuyo juguete favorito era un tambor que no abandonaba jamás.
Esta obra mereció inmediatamente el favor de los lectores y la crítica, siendo llevada a la gran pantalla en 1979 por Volker Schlöndorff y mereciendo la Palma de Oro del Festival de Cannes y el Oscar a la mejor película extranjera.
Con una docena de novelas, siete poemarios, cinco piezas de teatro y múltiples escritos y ensayos, Grass trascendió como uno de los escritores alemanes más significativos de la postguerra.
Sin embargo, no solo se desarrolló dentro del campo de la literatura, sino que fue un activo político, vinculado al Partido Social Demócrata, organizando diversos mítines y actividades para esta organización.
En 1990, tras la caída del muro de Berlín, se opuso a la unificación prematura de ambas Alemanias, al considerar que dicha unión podía significar el resurgimiento de una nación agresiva.
Su pasado vinculado a las Waffen-SS fue muy criticado, a pesar de que en su autobiografía expresó que no "había disparado uno solo tiro" y no había cometido crímenes de guerra.
La obra de este escritor mereció diversos premios, entre los cuales valdría citar el Premio del Grupo 47 (1958), el Premio de la Crítica (1960), el Premio al Libro Extranjero (Francia, 1962), el Premio Büchner (1965), el Premio Fontana (1965), el Premio Gais (1969), el Premio Mondello (1977), entre muchos otros. En 1999 mereció el Premio Nobel de Literatura.
Su despedida con la actividad social y política fue el poema titulado Lo que hay que decir, en el que acusa al gobierno de Israel por su política contra Irán, y que le costó la prohibición de ingresar a la nación hebrea.
En 2014 declaró que no escribiría otra novela, dedicándose por entero a la poesía y el dibujo. Con su partida nos despedimos de un autor prolífico y profundo, que vivió una vida intensa y contradictoria, a tono con el pasado siglo XX.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK
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