El Ministerio de Exteriores ha repetido que no reconoce la jurisdicción del tribunal y no acatará una decisión que todos los analistas esperan que sea contraria a sus intereses.
"Con respecto a los asuntos territoriales y disputas sobre delimitación marítima, China no acepta el acuerdo de una tercera parte o ninguna otra solución impuesta", ha señalado Hong Lei, portavoz ministerial, en un comunicado.
El Diario del Pueblo, portavoz oficial del Gobierno, ha publicado un encendido editorial en el que califica el procedimiento de "ilegal" y anuncia que China está preparada para defender su soberanía territorial y derechos marítimos con "firmes y poderosas acciones en cualquier momento".
Pekín defiende la negociación bilateral como vía para solventar los numerosos conflictos que mantiene con buena parte de sus vecinos.
Filipinas recurrió al tribunal internacional tres años atrás para que resolviera los cotidianos problemas territoriales en el Mar del Sur de China, que Pekín clama como suyo en su práctica totalidad.
Filipinas asegura que no son más que rocas y, al no alcanzar la categoría de islas, quedan fuera de la aplicación de la norma.
La prensa oficial china ha expresado en las últimas semanas la esperanza de que el relevo presidencial en Filipinas reconduzca la tensión bilateral.
El nuevo presidente, Rodrigo Duterte, ha aclarado que esperará a la decisión del tribunal internacional para manifestarse.