Se aclara que los insurgentes sufrieron sus mayores pérdidas en la provincia de Baghlan, en el noroeste de Afganistán, donde con el apoyo de la aviación y artillería fueron liquidadas al menos 61 personas.
Según la publicación del ente, entre los muertos se encuentran varios comandantes del grupo radical Talibán.
Las fuerzas de seguridad afganas, a su vez, registraron 11 bajas.
La situación en Afganistán se ha deteriorado notablemente en los últimos meses ya que el movimiento radical Talibán, que antes controlaba una gran parte de las zonas rurales, lanzó una gran ofensiva contra las ciudades más grandes del país.
En el territorio afgano también ha aumentado considerablemente la influencia de Daesh (el autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países).