La Agencia Meteorológica japonesa informó que el epicentro de los nuevos seísmos se encontraba a 10 kilómetros de profundidad cerca de la ciudad de Aso, en la prefectura de Kumamoto.
No se anunció la alerta por tsunami.
Una serie de terremotos con una magnitud de hasta 7,3 sacudió la isla de Kyushu el 14 de abril destruyendo infraestructura y produciendo deslizamientos de tierra. A raíz del incidente, cerca de 400 edificios en Kumamoto quedaron destruidos por completo y 1.262 parcialmente.
Según la agencia Kyodo, el seísmo se saldó en total con 43 fallecidos y 1.100 heridos.
Se trata del terremoto más fuerte que se produjo en Japón desde 2011 cuando un terremoto de magnitud 9,0 y su posterior tsunami azotaron la prefectura de Fukushima, provocando un desastre nuclear sin precedentes en la isla, el mayor desastre nuclear desde el accidente de Chernóbil, en 1986.