"La declaración conjunta es una posibilidad histórica clave para reducir la intensa confrontación militar y cambiar el rumbo de las catastróficas relaciones intercoreanas hacia la paz y la confianza", declaró Kim Jong-un en un comunicado publicado en los principales medios de prensa norcoreanos tras la reunión de la Comisión Militar Central de esta nación asiática.
La escalada de tensión entre ambas Coreas, a raíz de un incidente con minas antipersonal que dejó mutilados a dos soldados surcoreanos en la zona desmilitarizada y la campaña de propaganda a través de altavoces retomada por Seúl en respuesta, llevó a Pyongyang a declarar máxima alerta y "estado de preguerra".
El 24 de agosto ambas Coreas anunciaron la disminución de las tensiones en la península tras días de maratónicas negociaciones. Pyongyang lamentó el incidente provocado por la explosión de minas del 4 de agosto, mientras que Seúl detuvo programas propagandísticos en la frontera.