Según la prensa indonesia, Magnáyeva, de 26 años, fue detenida en diciembre pasado en el aeropuerto internacional "Ngurah Rai" de Bali, a donde arribó con 2,1 kilogramos de metanfetamina procedente de Hong Kong.
"Indonesia tiene una rigurosa legislación antidrogas (…), nuestra embajada seguirá prestando todo el apoyo consular necesario a la ciudadana rusa y velará por que su estancia en la cárcel responda a las normas de la legislación indonesia e internacional", dijo el agregado de prensa de la embajada, Idayat Nasíbov.
Según el jefe de las aduanas del aeropuerto "Ngurah Rai", de las declaraciones de Magnáyeva se desprende que ella había llevado drogas en otros países asiáticos, pero a Bali las trajo por primera vez.
Un portavoz de la Fiscalía del país declaró en el proceso judicial que la mujer puso en peligro la salud de las futuras generaciones de indonesios e hizo daño al prestigio de Bali como centro turístico.
En enero pasado, Indonesia ejecutó a un brasileño, un malavita, un nigeriano, un vietnamita, un holandés y un indonesio acusados de narcotráfico.
A finales de marzo por este mismo delito en el país fueron ejecutados dos australianos, dos nigerianos, un brasileño, un ghanés, un español y un indonesio.