"Hemos arrestado a uno de los sospechosos relacionados con el secuestro en la zona de Lo Wu esta mañana", ha desvelado hoy el jefe de policía, Stephen Lo.
Lo Wu es uno de los puntos fronterizos entre Hong Kong y la China del interior que la policía había estado controlando por la sospecha de que los secuestradores, que hablaban mandarín y no cantonés, podrían estar intentando cruzar.
"Por el momento estamos haciendo todo lo que podemos para atrapar al resto de culpables", ha añadido Lo, quien ha desvelado que están colaborando estrechamente con la policía del otro lado de la frontera.
La policía ha desplegado todos sus recursos para atrapar a la banda de secuestradores.
Cientos de agentes peinan los parques y zonas rurales cercanas a la frontera con la ayuda de helicópteros mientras lanchas motoras se encargan de las conexiones marítimas.
Seis secuestradores entraron la semana pasada en la mansión del magnate textil Law Ting-pong en la elitista zona de Clear Water Bai Road y robaron dinero metálico y objetos por valor de dos millones de dólares hongkoneses (más de 250.000 dólares).
Después se llevaron a su nieta de 29 años, Rosita Law, a quien soltaron tres días después tras el cobro de un rescate de 28 millones de dólares hongkoneses (3,61 millones de dólares).
La víctima, por la que al principio habían exigido casi el doble de la suma pagada, desveló en rueda de prensa que no había sufrido ningún daño durante el secuestro.
Hong Kong es la undécima ciudad más segura del mundo, según Economist Intelligence Unit.
Los crímenes violentos cayeron el pasado año un 10 % con respecto al anterior, mientras los robos disminuyeron casi un 40 %.
Pero una serie de crímenes en los últimos meses ha disparado la sensación de inseguridad entre la población.
El secuestro de la nieta del magnate es el primero que se registra en casi dos décadas, desde que el después ejecutado gangster Cheung Tze Keung efectuó dos sonadas abducciones a mediados de los años noventa.
Diplomáticos de Australia e India o los magnates locales Cecil Chao y Li Ka han sufrido robos en los últimos tiempos.
También en marzo hubo un robo en una joyería de Hong Kong con disparos, el primero de esa clase en una década.
I was scared but physically and emotionally unharmed, insists Hong Kong kidnap victim http://t.co/ypT2jYRE7o pic.twitter.com/Z2oQEcnfPv
— SCMP News (@SCMP_News) 1 мая 2015
