El ministro admitió que la amenaza terrorista existe en todo el mundo y que Brasil no es una excepción, pero el riesgo es bajo.
"La probabilidad es mínima, pero hay una posibilidad: estamos tomando todas las precauciones y medidas para combatir el terrorismo", aseguró Moraes.
Los cuatro sospechosos forman parte de una lista de 40 personas que habrían sido vetadas por el comité organizador de los Juegos debido a que figuraban en alertas emitidas por agencias de inteligencia de otros países.
Cuando faltan tres semanas para el inicio de los Juegos, la máxima preocupación de las autoridades es ahora la seguridad, a pesar de que se espera que la ciudad esté blindada con 85.000 agentes, entre policías y militares, el mayor dispositivo en la historia de los JJOO.