"Estamos convencidos de que los acuerdos comerciales deben siempre centrarse en la dignidad de las personas y en los derechos humanos, y no deben nunca priorizar el beneficio privado al bienestar de la gente. Sin embargo, en estas líneas queremos compartir nuestras profundas preocupaciones sobre la legitimidad del proceso", se puede leer en la misiva.
Los eurodiputados argumentan que la negociación de un tratado de libre comercio, que incluiría acuerdos industriales, agrícolas, de servicios, de licitación pública o de propiedad intelectual, es un proceso demasiado serio y no se puede llevar a cabo con un gobierno sin legitimidad democrática.
"En vista de la situación política en Brasil, dudamos de que este proceso tenga la legitimidad democrática necesaria para una cuestión de tal magnitud", aseguran los remitentes.
En la misiva se recuerda que la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fue elegida de manera democrática, pero fue suspendida de su cargo "por un Congreso enfermo de corrupción". De esta manera, según los eurodiputados, negociar con un Gobierno ilegítimo sería un golpe a la voluntad del pueblo brasilero que reeligió a Rousseff en el año 2014.
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Urgimos a la suspensión de las negociaciones entre la UE y Mercosur puesto que tal acuerdo comercial no debería ser negociado con el actual gobierno —precisa la carta—. Reclamamos que la Unión Europea dé su pleno apoyo e implicación hacia la restauración del orden democrático en Brasil".