En el documento, la directiva del PT denunció que el partido fue "contaminado por la financiación empresarial para sus campañas" lo que forzó al mismo a entrar en las "prácticas de los partidos políticos tradicionales, lo que claramente afectó nuestra imagen y abrió flancos para ataques de los aparatos judiciales controlados por la derecha".
Además, el partido del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva se declaró como un "rehén de acuerdos tácticos para el manejo del Estado" lo que, según el texto, provocó "un escaso contacto con las fuerzas progresistas y una ampliación de alianza con los sectores más a la derecha", una referencia a la truncada alianza con el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
En este sentido, el PT reconoció el fracaso de sus políticas económicas debido al "agotamiento del modelo económico" que "provocó el desequilibrio fiscal y colocó al país en una encrucijada: acelerar el programa de distribución de rentas o aceptar parcialmente la agenda del gran capital".
Sin embargo, más allá de la autocrítica, la resolución apuntó a la Operación Lava Jato como el verdadero origen de su decadencia en el poder y el auge de la "escalada golpista" ya que la mayor operación anticorrupción en la historia de Brasil "se configuró como un instrumento político para la guerra de desgaste contra líderes del PT".
"El avance del movimiento golpista solamente podrá ser entendido si evaluamos, de forma autocrítica, los errores cometidos por nuestro partido y nuestros Gobiernos", resumió el documento que anticipó la intención de combinar "todos los tipos de acción masiva y combate parlamentario para inviabilizar las medidas impopulares" del Gobierno de Michel Temer.
"Debemos denunciar su carácter ilegal e impedir su consolidación en el mando", concluyó el documento que será acompañado por una declaración sobre las reglas que seguirá el PT de cara a construir alianzas partidarias en las elecciones municipales del próximo mes de octubre y para las cuales no contarán con la financiación por parte de grandes empresas.
"El PT no apoyará candidatos que votaron por el 'impeachment' o que lo apoyaron públicamente", declaró en este sentido el presidente nacional del PT, Rui Falcao, en respuesta a las exigencias más a la izquierda del PT que la alianza de las elecciones municipales solamente se produzca con aquellos partidos que declararon su apoyo a la presidenta Rousseff.
En el fondo, la mayor parte del partido de Rousseff y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva sabe que será imposible renovar el mandato de alcaldes como el de la ciudad de Sao Paulo, Fernando Haddad, si no se mantienen las alianzas con su antiguo socio de Gobierno, el PMDB.
