De esta manera, el sustituto de Eduardo Cunha, suspendido por decisión del Tribunal Supremo Federal (TSF), decidió aceptar el recurso presentado por el abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, quien alegó además que la votación debería ser anulada tras la salida de su antiguo presidente al que acusó de usar el proceso como una "venganza personal".
En el texto el presidente interino explicó que los partidos políticos representados en los 513 miembros de la Cámara de los Diputados no podrán obligar a sus diputados a votar en bloque ya que sus votos, únicos e individuales, deberían ocurrir "de acuerdo con sus convicciones personales y libremente".
Otro aspecto destacado por Maranahao es que los diputados brasileños no deberían haber anunciado sus intenciones de voto antes del proceso en la Cámara de los Diputados ya que esto supondría "un prejuicio y clara ofensa al amplio derecho a la defensa que está consagrado en la Constitución".
Por último, el presidente interino apuntó que tanto el abogado del Estado, José Eduardo Cardozo, como la misma presidenta de la República, Dilma Rousseff, deberían haber podido hacer un último alegato ante el pleno de la Cámara de los Diputados para defender su inocencia antes de haberse iniciado la polémica votación.
"Por esas razones anulé la sesión realizada entre los días 15, 16 y 17 y determiné que una nueva sesión sea realizada para deliberar sobre el asunto en un plazo de cinco sesiones a partir de la fecha en la que el proceso sea devuelto por el Senado a la Cámara de los Diputados", concluyó Maranhao abriendo una nueva crisis en el panorama político de Brasil.
Cabe recordar que la votación definitiva en el Senado para la apertura del proceso de 'mpeachment' estaba prevista para el próximo miércoles 11 de mayo, sin embargo, la celebración de una nueva votación en la Cámara de los Diputados podría realentizar el proceso en varias semanas dando espacio al Partido de los Trabajadores (PT) para reforzar la defensa de Rousseff.