Se agrega que "a medida que se acercan la primavera y el verano, el período durante el cual crece la población de mosquitos, hay que prepararse para la lucha y reaccionar rápidamente al contagio (del virus) en el territorio continental de EEUU, en particular en el sur del país".
Anteriormente, se informó que la Administración estadounidense pedirá al Congreso más de 1.800 millones de dólares para combatir la enfermedad "tanto dentro del país como a nivel internacional".
Se prevé que el dinero se destine a programas de control de la población de mosquitos, a la elaboración de una vacuna contra la enfermedad, así como a apoyar a mujeres embarazadas con bajo ingresos.
La Casa Blanca propone también conceder 828 millones de dólares al CDC para que investigue y observe la propagación del virus, crear grupos de reacción rápida en EEUU y mejorar el diagnóstico.
Además, se otorgarán 250 millones de dólares a los programas de asistencia médica a los jubilados y necesitados Medicare y Medicaid para un año y otros 210 millones se usarán para crear un fondo especial de lucha contra el virus Zika.
La Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) recibirá 335 millones de dólares para ayudar a los países donde ya se propagó la enfermedad, mientras el Departamento de Estado tendrá 41 millones para garantizar la protección de sus funcionarios en el extranjero y otras necesidades para luchar contra el virus Zika.
La infección por zika que puede generar fiebre leve, sarpullidos, conjuntivitis y dolores musculares, aunque en ocasiones no presenta síntomas, se produce a través de la picadura de mosquitos infectados del género Aedes Aegypti.
Actualmente, el zika está presente en América Central y del Sur, y ha comenzado a propagarse por Europa.
Por ahora no existe una vacuna contra el virus, que resulta especialmente peligroso para las embarazadas, ya que se estima que puede provocar microcefalia en el feto.