"Honrar las deudas, pero no a costa de la miseria del pueblo", dijo la presidenta de Argentina, quien recorrió los años de su gestión y de la de su marido (el expresidente Néstor Kirchner) arrancando desde la crisis de 2001, cuando su país "sufrió el mayor default de la historia moderna".
Sin leer y por más de media hora, Fernández buscó las raíces de la quiebra de la economía de su país en la dictadura de 1976 y le puso fecha al "regreso de la política": 2003, año de la elección de su marido.
La mandataria mencionó también los años de 1990, cuando por la ley de convertibilidad “nos hicieron creer a los argentinos que un peso valía un dólar”.
Y luego se refirió a una intervención del propio Kirchner ante la ONU cuando negociaba la primera reestructuración de la deuda argentina: “los muertos no pagan las deudas”.
El entonces presidente se refería a que “los acreedores debían permitir que Argentina creciera para poder pagar”, sentenció la mandataria.
Así, saludó dos veces la decisión de la Asamblea General el 10 de septiembre de aprobar nueve principios básicos para la reestructuración de las deudas soberanas.
Esos nueve principios establecen "la soberanía de un país para decidir su política económica y cómo va a reestructurar esa deuda", aseveró la mandataria.
El Gobierno de Fernández decidió incorporar esos principios en el ordenamiento legal nacional mediante un proyecto que comenzó a estudiar este lunes el Senado de su país.
El marco votado por la ONU “ya tiene antecedentes con leyes antibuitres, por ejemplo en Bélgica”, añadió la mandataria.
Sin embargo, “no significa una ayuda para Argentina”, que no ha dejado de depositar los pagos a sus acreedores, “sino para el resto del mundo”, pues es “el primer intento serio de poner razonabilidad y normas a un sector financiero que no ha tenido ningún tipo de intervención ni de contralor”, aseveró la presidenta.
Fernández, quien dejará el poder el próximo 10 de diciembre, hizo un repaso de la crisis de las hipotecas “subprime” en Estados Unidos para llegar hasta los actuales problemas de endeudamiento en la Unión Europea.
"El rescate de Europa fue un rescate de los bancos", denunció la presidenta, criticando los planes de austeridad que han llevado a la recesión a buena parte de Europa y denunciando las desigualdades crecientes en el mundo: "según el FMI (Fondo Monetario Internacional) uno por ciento (de la población) concentra 50 por ciento de la riqueza mundial", afirmó.