"Siempre he dicho que una cosa es mi posición política y otra el papel institucional, cuya harmonia debe ser mantenida mediante el diálogo", aclaró Cunha tras la primera reunión entre ambos dirigentes después de que el pasado mes de julio el presidente del Congreso acusase a Rousseff de encabezar una persecución en su contra para relacionarle con el escándalo de corrupción de Petrobras.
"La reunión de hoy no significa que he echado marcha atrás en mi ruptura política, pero eso no significa que no vaya a conversar con ella sobre cuestiones del país", añadió Cunha quien quiso enfocar la reunión como una solicitud formal de apoyo de Rousseff ante la presentación al Congreso de unos Presupuestos Generales de 2016 con un déficit previsto de 30.500 millones de reales (unos 8.240 millones de dólares).
"Rousseff expresó su preocupación y pidió apoyo para que las medidas puedan ser aprobadas en el Congreso y tengamos una solución estructural al proceso", dijo Cunha a la vez que recordó que el verdadero problema de la economía brasileña no sería el déficit presentado en los puestos generales, sino que "solamente a través de un control de la deuda bruta de un país puede tenerse una opinión positiva del mercado".
El pasado 14 de agosto, Cunha sufrió un duro revés en su particular cruzada contra la presidencia de Dilma Rousseff a través de un ansiado proceso de impeachment cuando el juez del Tribunal Supremo Federal (TSF), Luís Roberto Barroso, recordó que únicamente podría ser el presidente del Senado brasileño, Renan Calheiros, quien detenta la potestad para presentar la petición de "impeachment" en el Congreso Nacional.
Sin embargo y para llegar a ese extremo, el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) debería dar antes por irregulares las cuentas el gobierno de Rousseff en 2014, una posibilidad que podría darse en la semana próxima pero que parece mucho menos probable que una acusación formal de la Fiscalía General de la República contra Cunha por la supuesta petición de un soborno de 5 millones de dólares por facilitar contratos con la petrolera semiestatal, Petrobras.