"Hoy dimos el primer paso hacia la búsqueda de una ruta para construir una nueva frontera", dijo Rodríguez, quien destacó el diálogo "franco, como hermanos", que tuvieron con su par colombiana.
"Vamos a seguir dando pasos con firmeza, pero con unidad", agregó.
Por su parte, Holguín, destacó que ambos países "seguiremos trabajando para que esta sea una nueva frontera, una frontera productiva, de la que sus habitantes saquen provecho y no tengan temor".
Las dos ministras hablaron juntas ante medios de comunicación, que transmitieron su comparecencia a través de Internet.
Holguín y Rodríguez se reunieron este miércoles en Cartagena para tratar el cierre de frontera decretado el jueves 20 por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, luego de que dos soldados venezolanos fueran heridos en un ataque por supuestos contrabandistas colombianos.
Maduro dispuso el viernes 21 el estado de excepción, procediendo a la deportación de más de un millar de ciudadanos colombianos, por sus supuestos vínculos con bandas de contrabandistas y paramilitares de la región.
La gran mayoría de los deportados se refugiaron en la fronteriza ciudad colombiana de Cúcuta.
Sobre este punto, Holguín dijo que las autoridades colombianas expresaron su disconformidad con la decisión del jefe de Estado venezolano.
"Estamos convencidos de que el cierre de frontera no es el camino para combatir este flagelo; hay mucho movimiento legal, mucha gente que necesita seguir movilizándose", señaló.
"Se lo hemos dicho a las autoridades de Venezuela", agregó.
Rodríguez argumentó que Maduro "se vio obligado" a tomar tal decisión, por el "desborde institucional" que habían adquirido los delitos cometidos en la frontera, pero que se trata de "medidas provisorias".
Las dos secretarias de Estado coincidieron en que el contrabando, especialmente de combustible, y el narcotráfico, son los dos principales problemas que afectan a la zona fronteriza, y adelantaron que habrá reuniones entre los ministros de Defensa de ambos países para abordar estos temas.
Holguín adelantó que su Gobierno ya decidió fortalecer su estrategia de lucha en 47 pasos de frontera "informales". "Esperamos que sea una operación binacional", expresó.
Respecto de las deportaciones, la canciller de Colombia expresó la preocupación de Bogotá por sus compatriotas, "que se han sentido vulnerables".
"El que quiera volver que vuelva y va a volver con todas las oportunidades; nos encargaremos de que puedan continuar con su vida positiva", añadió.
Recordó, no obstante, que Venezuela "ha recibido colombianos durante décadas, de manera generosa" y dijo que sus compatriotas "sienten a Venezuela como su patria, con todo su corazón".
La secretaria de Estado adelantó que se reunirán los defensores del Pueblo de ambos países para trabajar en un protocolo de deportaciones.
Mientras, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se trasladó a Cúcuta, donde se reunió con los deportados y autoridades locales y prometió prestar ayuda inmediata a todos los afectados.
Al gobierno de Venezuela, Santos le dirigió el mensaje de que estas personas "no son ningunos paramilitares. Son familias pobres, humildes, que lo único que quieren es que los dejen vivir, que los dejen trabajar", dijo en una rueda de prensa transmitida por las cadenas Telesur y CNN, entre otras.
El mandatario aseguró que hay acuerdo entre los dos gobiernos para que las personas deportadas puedan recoger sus enseres de los hogares que dejaron en suelo venezolano.
