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"Toplessaço", los pechos como metáfora

© REUTERS / Sergio MoraesA woman poses with her top off as people take pictures during a protest called "Make topless, not war" at Ipanema beach in Rio de Janeiro January 20, 2015.
A woman poses with her top off as people take pictures during a protest called Make topless, not war at Ipanema beach in Rio de Janeiro January 20, 2015. - Sputnik Mundo
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Es verano, festivo y el termómetro marca los 40º grados en la mítica playa de Ipanema en Río de Janeiro.

Con las arenas a reventar, una multitud de personas, la mayoría hombres con el móvil en la mano, se arremolina en torno a un grupo de mujeres.

Con los pechos al descubierto algunas y con camisetas con consignas como "libertad" o "igualdad" las menos osadas, las chicas del "Toplessaço" reivindican en una de las playas más famosas del mundo su derecho a mostrar los pechos al igual que miles de hombres a su alrededor.

Un acto natural pero prohibido por la ley de Brasil desde 1940, con penas de entre 3 meses y un año de presión, y un auténtico tabú en un país en el que la doble moral dicta las normas en el día a día.

"No queremos montar un escándalo ni molestar a nadie. Se trata de una protesta bien hecha, con humor y un mensaje claro que pretende concienciar a las personas, sobre todo a las mujeres, para que sean conscientes de sus derechos. En este caso los pechos son la mejor metáfora para llamar la atención", declara a Sputnik Mundo Ana Paula Nogueira, productora y organizadora del popular evento.

De hecho, el "toplessaço" se ha convertido en una protesta bien conocida por todos los "cariocas" (habitantes de Río de Janeiro) desde que el año pasado consiguiesen una atención mediática sin precedentes.

"Este año hemos enfocado la protesta de una manera más creativa. La celebración de un concurso para escoger a la Miss Topless a través de internet ha sido un éxito. Especialmente con la elección de Natache", asegura Nogueira en referencia a la estrella de este año en el evento.

La modelo Natache Iamayá de 32 años se ganó a los brasileños tras un ensayo fotográfico sensual y su linda sonrisa, pero sobre todo por su valentía y voluntad para sobreponerse a su condición de parapléjica.

Con una enfermedad degenerativa que la dejó en silla de ruedas en la niñez, Natache ha llevado la reivindicación del "toplessaço" a otro nivel: que todas las mujeres sin importar su edad o físico tienen derecho a sentirse bellas.

"Al principio tuve mis recelos por ser el tema del topless un tabú en Brasil. Sin embargo, tras conversar con Ana Paula lo tuve clarísimo. Es la forma en la que mejor puedo expresar que las personas con discapacidad y en especial las mujeres no solamente tenemos nuestros derechos, sino que podemos ser tan sensuales como la propia ciudad de Río de Janeiro", afirma con una sonrisa Natache quien no puede ocultar que haber sido elegida por el público de internet como "Miss Topless" le llena de orgullo.

"Espero que mi alegría llegue a todas las personas que como yo han sentido los prejuicios de los otros. Espero que les trasmita la fuerza que necesitan para luchar contra una sociedad injusta en su día a día", confiesa Natache.

Por su parte, la modelo y bailarina, Karla Klemente, elegida como "Miss Topless" por el jurado del concurso, lleva sus reivindicaciones a un plano más político y comenta el largo camino por recorrer en materia de igualdad en Brasil.

"Apenas faltan unas semanas para que mujeres bailen prácticamente desnudas delante de millones de personas en el Carnaval ¿Porqué entonces se aplaude y se considera bello y ahora no?", reclama Klemente.

Para ella, Brasil en un país "dominado por la hipocresía" en el que este tipo de actuaciones pueden suponer un "despertar en las conciencias de los colectivos tradicionalmente menospreciados".

Las palabras de estas mujeres se corresponden con los dramáticos datos sobre la violencia machista en Brasil.

Según el Mapa de la Violencia de 2012, Brasil es el séptimo país en el mundo por número de feminicidios con un promedio de 11 mujeres asesinadas por día, de las cuales el 70% caen víctima de sus parejas o exparejas sentimentales.

La situación es poco menos que desesperada e incluso la creación de la Ley "Maria da Penha" en 2006, que condena cualquier tipo de agresión física o verbal contra las mujeres, no ha sido suficiente para frenar las más de 4.000 muertes por año fruto de la violencia machista en Brasil.

"Tenemos un largo camino por delante en Brasil, no tenemos tiempo para quedarnos con los brazos cruzados.

Nosotros vamos a continuar con nuestra labor desde el buen gusto y el humor, el año que viene el toplessaço será aún mayor", advierte Nogueira. Sonrientes y conscientes del éxito de su protesta las participantes del evento quisieron despedirse hasta el año que viene sumergiéndose como cualquier otro bañista en las aguas de Ipanema, eso sí, con sus pechos al descubierto.

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