"No creo que fuese por mis tuits, sino por mi postura general en contra de la guerra, en contra del nacionalismo ucraniano, siendo yo, además, ucraniana", declaró Lisitsa.
Según Lisitsa, la Orquesta Sinfónica de Toronto recibió presiones por parte de funcionarios ucranianos.
"Vine (a Canadá) para interpretar a Rachmáninoff", añadió.
En vez de aceptar la decisión de la orquesta, Lisitsa decidió denunciarla públicamente.
Aunque los conciertos han sido cancelados, la orquesta abonó el dinero del contrato, que la pianista ha decidido donar a la población ucrnaiana.
Lisitsa destacó en sus declaraciones a esta agencia la hipocresía de las potencias occidentales.
"Si dijese algo del presidente Putin, ¿me aplaudirían, verdad?", ironizó.
La Orquesta Sinfónica de Toronto canceló los conciertos de Valentina Lisitsa por sus declaraciones sobre la cobertura de los medios occidentales de Ucrania.
En declaraciones al Toronto Star, el presidente de la sinfónica, Jeff Melanson, ha dicho que su prioridad es que la orquesta sirva "de escenario para las grandes obras del mundo de la música, y no para verter opiniones que algunos consideran profundamente ofensivas".
En una carta abierta, publicada en su página de Facebook, Lisitsa explicó que creó una cuenta en Twitter, llamada "NedoUkraïnka", que significa aproximadamente "sub-ucraniana", en recuerdo de las declaraciones del primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, que llamó a los ucranianos rusoparlantes del Sur y del Este "subhumanos".
Decidida a denunciar las "tergiversaciones de los medios occidentales", Lisitsa quería "contar el otro lado de la historia, la que nunca escuchas en los medios dominantes, la difícil situación de mi pueblo, las cosas buenas y malas que estaban ocurriendo en Ucrania".
Los usuarios de redes sociales han mostrado su apoyo a la pianista utilizando el 'hashtag' #letvalentinaplay.
