Ese es el plan que ayer noche descubrió el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, en un artículo publicado en el New York Times.
4 de julio 2014, 09:42 GMT
Las palabras con las que abre su pieza no pueden resultar más contundentes: "Como comprobamos el pasado verano, cuando miles de niños no acompañados se presentaron en nuestra frontera suroeste, la seguridad y la prosperidad de América Central están inextricablemente vinculados con la nuestra".
Entiende la Casa Blanca que las tres naciones de las que provenían los menores han cumplido sus compromisos, han tomado medidas contra el nepotismo, están implicadas en la lucha contra los carteles de la droga, aspiran a una refundación social y económica, y no podrán lograrlo sin la asistencia de EEUU.
De modo que la próxima semana, en el presupuesto que presentará la Casa Blanca, figurará una partida multimillonaria. Y es que, dice Biden, "para hacer frente a esos desafíos se requiere nada menos que un cambio sistémico, y nosotros, en los Estados Unidos, tenemos un interés directo en que ocurra".