Aunque falta confirmación oficial, varios medios estadounidenses, entre los que destaca el New York Times, afirman que no se han encontrado indicios suficientes para abrir un juicio civil. La última palabra le corresponde al fiscal general, Eric Holder, quien todavía no se ha pronunciado.
Después de que un Gran Jurado decidiera el pasado noviembre no procesar a Wilson, resultaba muy improbable que la investigación federal deparase sorpresas.
Las leyes de EEUU autorizan a los policías a disparar cuando consideren que su vida o la de otras personas corre peligro. También pueden disparar si un sospechoso trata de huir. Wilson siempre ha sostenido que Brown lo agredió y que temió por su vida. Lo primero pudo comprobarse mediante pruebas forenses. La segunda afirmación, obviamente, resulta más subjetiva, y los testimonios de los testigos, contradictorios, no arrojaron suficiente luz.
Cuando el pasado agosto Darren Wilson acabó en la ciudad de Ferguson con la vida del joven afroamericano el caso generó una enorme ola de protestas en todo el país. Miles ciudadanos recorrieron las calles de las principales ciudades para protestar contra lo que consideraban un caso manifiesto de violencia policial.
El propio presidente Obama comentó entonces que "este no es un problema de Ferguson, es un problema americano, y tenemos que asegurarnos de que estamos en el camino del cambio".
Un vídeo, grabado el 30 de diciembre pero emitido en la noche del miércoles, muestra a un policía de Nueva Jersey, Braheme Days, matando al copiloto de un coche que había detenido en el arcén. La víctima, Jerame Reid, tenía antecedentes penales y portaba una pistola en la guantera. Reid desoyó las órdenes del policía, que le ordenó permanecer en el interior del vehículo. Tras desoír sus indicaciones e intentar salir del coche, Days abrió fuego, causándole la muerte. Tanto Days como Reid eran de raza negra.