La placa dice en ruso y en árabe: "Aquí, el 3 de febrero de 2018, el mayor Román Nikoláyevich Filípov, héroe de la Federación Rusa, dio su último combate. Memoria y gloria eternas".
El Su-25 ruso fue derribado en Siria desde un sistema de misiles antiaéreos portátiles mientras sobrevolaba la zona de desescalada en Idlib. Esta misión fue prevista por el sistema de vigilancia del alto el fuego. Fue llevada a cabo por un par de aviones rusos, encabezados por el de Filípov.
Después de aterrizar en un olivar cerca de la aldea controlada por radicales, el mayor fue herido de gravedad y rodeado. Cuando los terroristas estaban a varias decenas de metros de distancia del ruso, este se inmoló con una granada. Por su valor y heroísmo, el comandante del escuadrón fue galardonado póstumamente con el título de Héroe de Rusia.
El conflicto armado en Siria se viene prolongando desde hace casi una década, desde inicios de la Primavera Árabe en el 2011. Hasta el 2015 diferentes grupos radicales, entre ellos el autoproclamado Estado Islámico y Al Qaeda, habían ocupado la mayor parte del territorio del país. Ese año Rusia, a petición del Gobierno de Damasco, se unió a la contienda antiterrorista con una limitada presencia y soporte aéreo. A día de hoy, Damasco ha recuperado la mayor parte de su territorio y Moscú ha pasado a adoptar el papel de mediador entre las facciones más moderadas del conflicto.