El estudio analizó seis ejemplares adultos y uno joven de la especie Daubentonia madagascariensis, cuyos músculos del brazo y mano fueron examinados a través de técnicas de disección e imagenología digital.
Las pruebas lograron comprobar la existencia del sexto pseudo dedo, compuesto por una combinación de hueso y cartílago y que está vinculado con tres músculos del cuerpo que le permiten moverse voluntariamente y oponerse al resto, permitiéndole tomar objetos o aferrarse. Además, se comprobó que ese 'pulgar escondido' tiene una almohadilla propia.
Ahora bien, para los investigadores la gran novedad del pseudo pulgar de los aye-aye es que representa una función diferente a la que tienen los pulgares en otros animales: se trata de un sexto dedo destinado a compensar la "sobreespecialización" de su mano, cuya forma está destinada específicamente para encontrar comida.
"La mano del aye-aye está tan especializada para buscar alimento que se hizo necesario un dedo adicional para la movilidad", explica Hartstone-Rose en un comunicado de la Universidad de Carolina del Norte (EEUU), donde es profesor de Ciencias Biológicas.