"Después de evaluar más detalladamente la política de seguridad, el Gobierno no prevé adquirir sensores de nivel superior o interceptar misiles que puedan convertirse en parte de la defensa antimisiles balísticos de la OTAN", reza el comunicado.
Cabe recordar que en 2017 un documento secreto de la Fuerza Armada definió la supuesta "amenaza rusa" como la razón principal por la que Noruega debe unirse al escudo antimisiles de la OTAN. En el documento también figuran numerosas deficiencias en la defensa aérea del país escandinavo, algo que haría que fuese incapaz de defenderse por sí solo.
Aumento de los gastos de defensa
Las autoridades del país norteño también optaron por incrementar los gastos de defensa hasta el 1,8% del PIB y, de este modo, acercarse al objetivo de gasto de la Alianza, que constituye el 2%.
Según las estimaciones de la OTAN, Noruega es 13 en la lista de países miembros de la Alianza por gasto en defensa. A modo de comparación, en 2017 ocupó el 10 lugar del ranking.
A su vez, el ministro de Defensa del país, Frank Bakke-Jensen, admitió que debido al desarrollo tecnológico las Fuerzas Armadas son cada vez "más caras".
El ministro subrayó que "mantener las capacidades antiguas puede ser más costoso que las nuevas".
Escudo antimisiles de la OTAN
Rusia ha criticado en reiteradas ocasiones los planes de la Alianza de desplegar un escudo antimisiles en Europa del Este, argumentando que la medida podría socavar el equilibrio estratégico y llevar a una nueva carrera armamentista. Por su parte, la Alianza aseguró que el sistema de defensa antimisiles está dirigido contra amenazas procedentes del exterior del área euroatlántica, y no contra Rusia.