De acuerdo a un estudio reciente, publicado en la revista de la American Anthropological Association y llevado a cabo en 168 culturas, sólo el 46% de las sociedades actuales practican el beso como gesto romántico.
El estudio establece que, en general, el beso está presente en sociedades occidentalizadas. En África la mayoría de las culturas observadas no se besan, solamente el 13% lo hace. En Brasil, la tribu Mehinaku, que tiene un estilo de vida similar al de nuestros ancestros cazadores, considera que "el beso es intolerable".
"Nos olvidamos que somos seres biológicos y que lo primero que atrae de otra persona es el olor corporal. El beso es una forma de saber si el otro es compatible contigo. Algunos lo relacionan con la elección de pareja para procrear ", señaló Elizabeth Onega, licenciada en Antropología y especializada en arqueología.
Una investigación publicada en 1995 concluyó que las mujeres prefieren el olor de los hombres que son genéticamente distintos a ellas. Esto tiene sentido, ya que al aparearse con una pareja con genes diferentes aumentan las posibilidades de tener una descendencia saludable.
"El mundo occidental ha expandido sus pautas culturales. Por ejemplo en Japón, actualmente la gente se besa en público, algo que antes estaba totalmente prohibido", agregó Onega.