Poco antes, los rescatistas encontraron con vida a un gato y un perico.
El edificio se derrumbó la mañana del 31 de diciembre como resultado de una explosión provocada por una fuga de gas, que destruyó totalmente 35 apartamentos del bloque en el que residían unas 120 personas, además de causar daños parciales a otros 10 pisos. Un total de 39 personas, incluidos seis menores de edad, murieron a causa de la tragedia.