"Otra herida sin cicatrizar en el cuerpo sufriente de Siria es Al Raqa, que, con la connivencia tácita de Estados Unidos, lleva ya un año sumida en una catástrofe humanitaria", dijo Mízintsev en una reunión sobre la coordinación interministerial entre Rusia y Siria para la repatriación de los refugiados sirios.
Señaló que la reconstrucción de viviendas e infraestructura no se lleva a cabo, no hay electricidad ni agua corriente, ni tampoco atención médica a los ciudadanos.
Además, un gran número de cadáveres sin enterrar permanecen bajo los escombros, lo que provoca el deterioro de la situación sanitaria y epidemiológica y crece el riesgo de brotes de graves enfermedades infecciosas.
"Tal posición de Estados Unidos delata una clara falta de interés por normalizar la situación en las zonas que controlan", agregó el militar.
EEUU y sus aliados operan en Siria sin el consentimiento del Gobierno del país.
A finales de febrero de este año el Ministerio de Defensa ruso denunció que los habitantes de Al Raqa vivían una catástrofe humanitaria que sus 'libertadores' de la coalición internacional se empeñaban en pasar por alto.
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Según la entidad rusa, antes del inicio del asalto, en la ciudad vivían unas 200.000 personas, y después, la urbe contaba tan solo con unos 40.000 civiles.