"Hubo un impacto muy significativo a todo el proceso de Minsk, consideramos que las fuerzas que siguen eligiendo la táctica del terror y el sabotaje de los acuerdos de Minsk juegan con el fuego, atizando la tensión y haciendo todo lo posible para minar las perspectivas de la normalización pacífica", dijo Lukashévich.
"El motivo principal del estancamiento en el proceso de las negociaciones es el sabotaje abierto e intencionado de los acuerdos de Minsk por parte de Kiev", indicó.
Resaltó que Rusia no ve alternativas a las consultas de Minsk y las considera la manera única para solucionar el conflicto en el este de Ucrania.
Asimismo, indicó que Rusia lamenta la ausencia de la reacción de la OSCE a lo ocurrido.
"Espero que la misión [de los observadores de la OSCE en Donbás] saque las conclusiones necesarias, aumente el monitoreo de la situación en la línea de separación y contabilice de manera más estricta las infracciones del armisticio en Donbás que entró en vigor con el nuevo año escolar [desde el 1 de septiembre]", señaló.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó de vil el asesinato de Zajárchenko al subrayar que "aquellos que eligieron la vía del terrorismo, de la violencia y de la intimidación, no quieren buscar una solución pacífica y política del conflicto".
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, responsabilizó del atentado a las autoridades ucranianas.
El jefe interino de la RPD, Dmitri Trapéznikov, afirmó por su parte que varios sospechosos detenidos apuntaron a que Kiev está detrás de lo ocurrido.
El Gobierno de Ucrania negó estar implicado en la muerte de Zajárchenko.
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