La Policía busca a los responsables de colocar el 2 y el 12 de marzo explosivos en casas residenciales de la ciudad de Austin, en Texas. Las explosiones se saldaron con dos muertos. El 19 de marzo, otra explosión de un artefacto en la zona causó heridas de gravedad a dos personas más.
En un comunicado, el FBI también ha revelado que nadie ha resultado herido cuando los agentes han acudido al lugar, a las 6.20 horas, tras recibir el aviso de que había un paquete sospechoso en la zona.
Pocas horas antes, un paquete explotó en otro centro logístico de FedEx situado en Shertz, a unos 96 kilómetros al sur de Austin.
El FBI también ha confirmado que ambos episodios están relacionados con los atentados que viene sufriendo la zona desde hace semanas.