"Estamos muy preocupados por la falta de atención y respeto que ha recibido Puerto Rico en estos momentos difíciles, dado que no ha habido una respuesta con la urgencia necesaria", indicó a esta agencia Clarissa Martínez, vicepresidenta de Unidos US, la mayor organización en defensa de las comunidades latinas en el país.
La primera manifestación fue el 19 de noviembre pasado en Washington DC, a lo largo del National Hall, en un acto del que participaron más de cinco mil personas según los organizadores, y que estuvo encabezado por decenas de entidades y también famosos como el compositor Lin-Manuel Miranda y la actriz Rita Moreno.
Martínez detalló que las organizaciones están trabajando en distintos frentes por la recuperación de la isla, ya sea en el Capitolio (sede del Congreso), donde se pide una "ayuda más amplia", o con asistencia a los puertorriqueños que emigran y acciones directas de protesta en las calles.
"Desde antes de la tragedia Puerto Rico tiene un tratamiento desigual por parte del Congreso, con la deuda del país —que asciende a 70 mil millones de dólares— y esto ha arreciado la necesidad de una respuesta plena", remarcó Martínez.
"Lo que prevé el Congreso es mucho menos de lo que se necesita, y eso demuestra la falta de respeto a Puerto Rico", dijo a Sputnik la presidenta del Concejo Municipal en Nueva York, Melissa Mark Viverito, una de las líderes demócratas que llevó el reclamo al Congreso.
El huracán María tocó tierra en Puerto Rico el 20 de septiembre como un huracán categoría 4, a pocos días del paso de otra tormenta tropical, Irma, y destruyendo la inestable infraestructura de la isla, que quedó sin electricidad y con problemas para la provisión de agua potable y en los servicios de telecomunicaciones.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos ha sido cuestionado por el gobierno puertorriqueño por su lenta respuesta inicial ante el desastre.
Por su parte, la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico se vio envuelta en un escándalo al conocerse que la empresa a cargo del servicio eléctrico, Whitefish Energy, que tenía un contrato de 300 millones de dólares, estaba radicada en el estado de Montana (noroeste) y tenía sólo dos trabajadores en plantilla.
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Mark Viverito, quien ha visitado la isla en tres oportunidades desde la tormenta, contó que la situación es aún "muy difícil", con comunidades de zonas alejadas, en las montañas, que no tienen acceso a agua potable ni electricidad.
"Necesitamos recursos y apoyo del Congreso para que Puerto Rico [se] pueda reconstruir y salir adelante, y lo que estamos recibiendo no es dignidad, no es respeto, no es igual trato como a [los estados de] Texas o Florida después de los huracanes que se dieron ahí", remarcó.
Además, dijo que se ha recuperado 90% de los servicios de telefonía, agua potable y combustible.
"Los habitantes de Puerto Rico necesitan seriamente que la deuda sea saneada, y necesitan el compromiso de todas las partes", indicó a esta agencia Daniel Rivera, concejal de Jersey City en Nueva Jersey, ciudad que concentra más de 55 mil boricuas.
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En este sentido, organizaciones y líderes también trabajan en recaudar recursos y víveres, como es el caso de la organización World Central Kitchen, que ha provisto 2,7 millones de comidas y asistencia a los puertorriqueños migrantes.
La crisis humanitaria en la isla ha generado un éxodo hacia Estados Unidos, donde los puertorriqueños pueden residir dado que son ciudadanos estadounidenses, principalmente al estado de Florida (sur).
El gobierno de Puerto Rico ha estimado que unas 300.000 personas podrían dejar la isla.