"La obstinación del Gobierno catarí, su rechazo de cumplir las exigencias de los cuatro países árabes muestra el nivel de sus vínculos con las organizaciones terroristas y su deseo de destruir y socavar la estabilidad y la seguridad en la región del golfo Pérsico y en Oriente Próximo", dice la declaración publicada por la agencia egipcia Mena.
Se indica, a su vez, que los cuatro países se reservan el derecho a aprobar nuevas medidas políticas y económicas contra Catar para defender los países árabes de la política de Doha "que pone en peligro su estabilidad y seguridad".
El 5 de junio, Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos rompieron relaciones diplomáticas con Catar y suspendieron las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas con la pequeña monarquía del golfo Pérsico, a la que acusaron de patrocinar el terrorismo.
Para normalizar las relaciones, cuatro promotores del boicot presentaron a Catar 13 condiciones, entre ellas, el cierre de la cadena de televisión Al Jazeera, la ruptura de los vínculos con Irán y con el movimiento de los Hermanos Musulmanes, así como el desmantelamiento de la base militar turca.
El Gobierno de Catar califica de injustificado el bloqueo diplomático y de inviables las condiciones para levantarlo.