"Hubo un intento de derrocar la autoridad legítima en Turquía (…) ¿Qué derecho tienen para pedir que se levante el estado de excepción? Se abolirá solo cuando Turquía logre la estabilidad y la seguridad", dijo ante en un foro del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP).
En la noche del 15 de julio de 2016, Turquía vivió una intentona golpista que dejó un saldo de más de 240 muertos y 2.000 heridos, además de provocar más de 30.000 detenciones y la destitución de unos 100.000 funcionarios.
Bajo el estado de emergencia, las autoridades turcas tienen amplios poderes para tomar decisiones como el despido de funcionarios, la confiscación de sus bienes o las detenciones de sospechosos de estar implicados en la organización del golpe frustrado.