El montaje del detector tuvo lugar el 11 de abril en el laboratorio KEK, en la ciudad nipona de Tsukuba. La estructura, que pesa 1400 toneladas y mide unos 10 metros de altura, fue movida por una distancia de 13 metros para encajar en el colisionador.
El Belle II está compuesto de varios subsistemas, los cuales han sido desarrollados por grupos científicos de diferentes países, entre ellos Rusia.
De acuerdo con Tagir Aushev, vicerrector de MFTI, las primeras informaciones obtenidas con el equipo modernizado estarán disponibles ya a finales de 2017. Los científicos esperan que los nuevos datos ayuden, en gran medida, a encontrar respuestas a los muchos misterios de la física de partículas.
Un acelerador de partículas, como el SuperKEK-B, es un dispositivo utilizado para acelerar partículas cargadas y colisionarlas con otras partículas, a través de campos magnéticos. El objetivo de estas máquinas es permitir un estudio más detallado de la naturaleza y del comportamiento de las partículas.
El Instituto presentó el vídeo del ensamblaje del colisionador SuperKEK-B, en el que los científicos rusos y extranjeros buscarán huellas de la "nueva física" y una explicación de por qué el universo se autodestruyó en los primeros momentos de la vida, informa el servicio de prensa de la universidad.