Los disturbios fueron provocados por la presunta violencia policial contra un joven negro durante un control rutinario a inicios de febrero en la ciudad de Bobigny (departamento Seine-Saint-Denis).
"No hay vida en común donde no hay respecto", dijo Hollande este martes al visitar este departamento.
Hollande pidió respeto a los jóvenes y a la policía y además instó a evitar daños a propiedad pública y privada.
"Existe la libertad de manifestación, pero no podemos permitir los disturbios", dijo.
El caso del joven africano provocó una ola de indignación y desencadenó protestas multitudinarias con decenas de detenidos.
En el marco de la investigación, un policía fue acusado de violación y otros tres, de agresión.
Los cuatro agentes rechazan las acusaciones.