La OTAN "continuará incrementando su infraestructura militar a lo largo de las fronteras rusas, y tenemos que reaccionar de una forma adecuada", declaró.
Kelin constató que en la actualidad están vigentes las decisiones de la Alianza Atlántica que congelaron el diálogo militar en el marco del Consejo OTAN-Rusia.
"Las decisiones de la cumbre de la OTAN prevén que en abril próximo sean desplegados batallones multinacionales en Polonia, Lituania, Letonia y Estonia; además, a partir de contingentes rumanos se creará una brigada internacional", recordó.
"Estos son pasos muy serios, y las decisiones correspondientes ya están tomadas", subrayó Kelin.
Indicó que la Alianza nunca antes se había planteado emplazar una agrupación naval en el mar Negro.
"Al contrario, los países de la OTAN, sobre todo, Turquía y Rumanía, continuaron participando en las operaciones como Blackseafor y Armonía del mar Negro" que suponen la actividad conjunta de las Armadas de la región, incluida la rusa, comentó.
Además, Kelin subrayó que en vez de las medidas confrontacionistas sería mejor concentrarse en la operación Armonía en el mar Negro y dijo que, según sus datos, "Ankara apoya la reanudación del trabajo conjunto en el tema".
El representante de la Cancillería rusa agregó que, a su juicio, la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en enero de 2017 no afectará la implementación de estas decisiones de la Alianza Atlántica que "implican presión sobre Rusia".
"Serán implementadas, los burócratas de la OTAN no permitirán evitar su implementación", aseguró el diplomático.