"Kulekbáev Ruslán es condenado a la pena de muerte", declaró el juez al dictar sentencia.
A consecuencia de sus actos, murieron diez personas, incluyendo a una mujer, asesinada la víspera del ataque a los policías.
Durante la operación de captura del criminal en la ciudad fue declarado el nivel crítico (rojo) de peligro terrorista.
El atacante fue detenido ese mismo día y resultó ser Ruslán Kulekbáev, de 26 años, original de la provincia de Kyzylorda, juzgado con anterioridad en dos ocasiones.
El presidente kazajo, Nursultán Nazarbáev calificó estos hechos de atentado terrorista y el Comité de Seguridad Nacional informó que el detenido cumplió una pena de cárcel, durante la cual se relacionó con elementos salafitas.
En su última palabra durante las sesiones del Tribunal, declaró que llevó a cabo una venganza contra los agentes del orden por reprimir a sus "hermanos musulmanes".
Además de ser acusado de cometer un atentado terrorista que condujo a la muerte de ocho agentes del orden y dos civiles e intentar asesinar a tres más, el criminal enfrentó acusaciones de creación, adquisición, almacenado y venta ilegales de armas, municiones, sustancias explosivas, robo de un auto y retención ilegal de una persona.
El presidente de Kazajistán firmó en 2003 un decreto sobre la instauración de una moratoria sobre la pena de muerte, el decreto detuvo la ejecución de todas las sentencias de pena de muerte, pero no prohíbe a los tribunales dictar este tipo de penas.
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En calidad de pena alternativa, desde 2004 en Kazajistán se implementó la cadena perpetua.