"A través de la tecnología denominada LIDAR se localizaron esos [cuarenta] lugares en la indagatoria que se mantiene abierta sobre el caso", dijo a periodistas el jefe de investigación federal del llamado Caso Iguala, Alfredo Higuera.
Las posibles fosas clandestinas han sido detectadas con tecnología de punta y rastreo de telefonía de los involucrados en las alrededores de los municipios de Iguala y Cocula, con apoyo de la Oficina Federal de Investigaciones de EEUU (FBI, en inglés), utilizando técnicas criminalísticas científicas, dijo el funcionario federal.
De esta manera, las pesquisas no solo se concentrar en el basurero del pueblo de Cocula y el cercano Río San Juan, donde fueron encontrados restos calcinados que permitieron identificar plenamente a un joven y detectar indicios de otro, con análisis genéticos de ADN, en un laboratorio de Innsbruck, Austria.
A dos años de la tragedia
El funcionario hizo la revelación a pocos días del segundo aniversario de la tragedia que dejó seis personas muertas, 25 heridos y 43 desaparecidos.
Hasta la fecha han sido arrestadas 128 personas implicadas, otro centenar ha sido interrogada incluyendo el alcalde de Iguala, José Luis Abarca y su esposa —supuestamente ligados al crimen organizado— y otros alcaldes, mandos policiales y autoridades locales, estatales y federales.
Hace diez días, la CIDH anunció un nuevo seguimiento en México de sus recomendaciones incumplidas sobre el complejo caso.
La CIDH y el Estado mexicano firmaron un acuerdo sobre la integralidad de los recursos necesarios para poner en marcha el mecanismo de vigilancia de la tragedia.
Los abogados de las familias de las víctimas plantean que la investigación debe dejar de centrarse en la hipótesis del basurero de Cocula y el Río San Juan.